Si alguien me hubiera dicho, cuando Antón nació, que a los dos años todavía estaría tomando teta a toda hora, no lo habría creído (y habría pensado que esa persona estaba loca). Pero a semanas de cumplir dos años, acá estamos con la teta “a full”.
Sin duda, los dos lo disfrutamos mucho pero llegó el momento de comenzar el temido destete. En primer lugar porque estoy débil y siento que mi cuerpo necesita un descanso. En segundo lugar porque Antón ya es grande y me incomoda cada vez más que pida teta en cualquier momento y lugar o me levante la ropa como exigiendo un derecho.
Hace poco, en un subte repleto de gente, empezó a gritar “teta now” “teta now” (así es como habla para casi todo) y como no accedí, el reclamo se convirtió en un llanto y gritos desgarradores que prefiero olvidar.
En este momento, toma teta 1) al despertarse, 2) antes de salir rumbo al jardín, 3) cuando vuelve a casa del jardín, 4) antes de dormir la siesta, 5) al despertar de la siesta, 6) antes de la cena, 7) antes de dormir y 8) durante la noche. Otra vez, si no lo hubiera anotado, ni yo lo creía.
No quiero hacer un corte drástico ni demasiado doloroso para ninguno de los dos pero si quiero reducir la frecuencia en forma significativa “now”. Ya lo intenté un par de veces (sin demasiada perseverancia) y no tuve éxito. Ahora decidí empezar con un método que leí en un sitio web de madres desesperadas por destetar a niños y niñas de más de 2 años.
El método consiste en ponerse limón (también leí vinagre o una mezcla de hierbas y gengibre, pero el limón me parece lo más simple) en las tetas y cuando pide decirle algo: que las tetas están lastimadas (eso uso yo); que están cansadas; que él ya es grande y por eso el gusto feo, etc, etcétera.
Hoy empiezo… ya contaré como vamos.
Actualización
Desde que escribí ese post ya pasaron unas dos semanas. Empecé el 20 de enero y Antón ahora solo toma teta durante la noche. Vamos lento pero bien.
Llevo medio limón en el bolsillo y me pongo (sin que Antón se de cuenta) cada vez que veo venir un pedido de teta . Sigue pidiendo cuando está con sueño o molesto pero junto con el limón le digo que él ya es grande, que las tetas tienen “nana” y que tienen que descansar, etc, etcétera. Se queja un poco pero está entendiendo.
Lo que me sorprendió es que ni bien empezamos, me dijo que me ponga curitas así se ponen “me or” (mejor) pronto. O sea, cuando me pide teta, me dice “u ita mami” (curita mami) y me tengo que poner curitas, jaja.
Es muy dulce. Lo de las curitas también tienen el doble efecto de que al verlas, sabe que no hay teta.