Un poco por casualidad, hoy participé de una reunión de la La Leche League (LLL o La liga de la leche) que es una organización sin fines de lucro que brinda apoyo y motivación a madres (y embarazadas) sobre temas de lactancia.
Una vez al mes la LLL se junta en mi gimnasio así que hoy, en lugar de ir a la pileta, fui a la reunión y me encantó. Varias personas me habían recomendado no ir a las reuniones porque las mujeres que se juntan tienen fama de ser una especie de teta-nazis para quienes hay que amamantar a cualquier precio. Lejos de eso, sentí que era como un grupo de terapia, intercambio y aliento con todas las cuestiones, dudas, problemáticas del recien nacido.
Eramos 7 mujeres (incluyendo la coordinadora) y 5 bebés. En un ambiente distendido, informal, la coordinadora abrió el piso a preguntas y propuso un tema para charlar: dar de amamantar y volver a trabajar full-time (con todo lo que eso implica). Como era mi primera vez, también contó un poco sobre la organización y me mostró unos 40 libros sobre embarazo, parto, lactancia, bebés que podía tomar prestados.
Lo que más me gustó fue la buena onda y la apertura de la coordinadora y todas las mamás. Por otro lado, además de charlar sobre la teta, muchas llevaron inquietudes más generales como las realaciones con la pareja en el período post-parto, como salir con el bebé de 3 semanas con el frío que está haciendo, qué pediatras buenos hay en la zona, qué comer para no tener hambre y bajar de peso, etc.
Aunque todas, excepto yo, eran estadounidenses teníamos algo en común: las familias lejos. Por eso, el lugar parece también un espacio donde charlar y pedir consejos sobre temas que una hablaría con su madre, suegra, hermana, prima, amigas de toda la vida. Ahí también intercambian o se prestan cochecitos, cunas, etc.
Me fui antes de que terminara la reunión (y ya habían pasado dos horas) pero me llevé muchos y muy buenos consejos.
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